Las estadísticas muestran que desde hace 50 años venimos consumiendo productos que han afectado seriamente nuestra salud. De esta forma vemos cómo se han incrementado los índices de personas afectadas por problemas cardíacos, digestivos y hepáticos.
Revertir esta situación puede no ser fácil. En primer lugar debemos tomar conciencia de la importancia de cambiar hábitos y de incorporar a nuestra dieta frutas y verduras así como un plan de ejercicios que puede abarcar desde un gimnasio hasta una simple caminata.
Este estilo de vida poco saludable puede afectar uno de los órganos más sensibles del cuerpo humano: el hígado.
El hígado es el encargado de eliminar toxinas y cuando se satura en sus funciones es cuando comenzamos a sentirnos mal pudiendo llevar esta situación a condiciones un tanto más serias cuando pasamos a tener hígado graso.
Además de las recomendaciones que acabamos de nombrarte en cuanto a los cambios de hábitos alimenticios y hábitos en general, queremos darte a conocer una forma natural de ayudar al hígado a recuperarse para que pueda funcionar de manera normal.
El tamarindo es una fruta que hace maravillas a nivel orgánico, siendo el principal beneficiado el hígado. Además de ser una fruta dulce y deliciosa, puede aportar importantes dosis de vitaminas y minerales indispensables para nutrir nuestro organismo.
Para limpiar el hígado graso, te recomendamos esta infusión de hojas de tamarindo que al igual que la fruta posee ácidos no saturados que protegen la función hepática y descongestionan limpiando las toxinas.
Para prepararlo vas a necesitar:
- 20 hojas de tamarindo
- 1 litro de agua
Preparación:
Coloca el agua en un recipiente al fuego hasta que hierva. Mientras, lava bien las hojas de tamarindo. Cuando el agua rompa el hervor coloca las hojas dentro, apaga el fuego y dejar reposar las hojas durante media hora para ayudar a desprender todas sus propiedades.
Pasados los 30 minutos, cuela el líquido resultante y colócalo en una botella que luego llevarás al refrigerador.
En realidad puedes beber esta infusión tanto fría como caliente dos veces al día, repartidas en una por la mañana en ayunas y otra antes de irte a dormir.
Realiza este mismo tratamiento todos los días durante una semana y comenzarás a notar los resultados.
También puedes optar por utilizar la fruta misma retirando cáscara y semillas y licuando con agua que también beberás dos veces al día. Si lo deseas puedes agregar ambas preparaciones una cucharadita de miel para endulzar.
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